SORPRESA

Traverso sorprendido por el salto político de Blanca Rodríguez

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La reciente incursión de Blanca Rodríguez en la política ha generado diversas reacciones, entre ellas la de su excompañero de conducción en Subrayado, Jorge Traverso. En una entrevista, Traverso expresó su sorpresa ante la decisión de Rodríguez de asumir un rol partidario como senadora por el Frente Amplio.

Una decisión que “sorprendió”

“Me sorprendió, porque Blanca siempre fue muy clara respecto a su posición fuera de la política partidaria. Siempre dijo que no se iba a meter”, señaló Traverso, agregando que no la juzga pero sí marca un contraste notorio con su trayectoria profesional.

Para el periodista, esta movida representa un giro significativo en la imagen que Blanca construyó durante décadas frente a las cámaras, siendo una figura asociada al rol institucional del periodismo, y no a la militancia activa en un partido.

“Cada uno tiene derecho a tomar las decisiones que cree necesarias. Pero es un cambio fuerte. No lo hubiera imaginado hace un tiempo”, remató.

¡Tan objetiva no era!

Desde filas opositoras, no han tardado en cuestionar la imparcialidad que se le atribuía a Rodríguez durante su extensísima carrera como presentadora. Muchos se preguntan si su cercanía con el FA no influyó, directa o indirectamente, en la forma en la que cubría determinadas noticias.

En este sentido, las declaraciones de Traverso funcionan como una señal de alarma. Si alguien tan cercano profesionalmente a ella no imaginaba un viraje tan rotundo, es porque algo no se decía del todo. El periodismo, como institución, queda tocado cuando sus principales referentes asumen cargos partidarios sin escalas ni explicaciones.

Una tendencia peligrosa

El caso de Blanca Rodríguez no es aislado. En los últimos tiempos se han visto varios periodistas que dan el salto directo a la política, debilitando la confianza del público en la independencia de los medios.

Cuando quienes deberían fiscalizar al poder terminan formando parte de él, se produce un cortocircuito en la democracia. Y si bien tienen derecho a participar, también tienen una responsabilidad mayor por el rol que jugaron en la construcción del debate público.

Las palabras de Traverso resuenan porque, en definitiva, reflejan una inquietud compartida por muchos ciudadanos: ¿realmente podemos confiar en la objetividad de quienes terminan militando activamente?