SOS DE LA B

Sebastián Da Silva fulmina a candidato del FA por Montevideo

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El senador blanco volvió a disparar con dureza contra los candidatos del Frente Amplio que se perfilan para competir por la Intendencia de Montevideo, dejando en claro lo que muchos piensan pero pocos se animan a decir: que la capital está abandonada y los que aspiran a gobernarla son responsables del desastre que ya llevan décadas acumulando.

En su estilo directo y sin vueltas, Da Silva ironizó con una frase que rápidamente se volvió viral: “Que agarren un trapo de piso y una escoba y se pongan a barrer Montevideo”. La frase no fue un simple chiste, sino una crítica frontal a la gestión frenteamplista que hace más de 30 años promete una ciudad limpia y habitable, pero que en la práctica deja a los ciudadanos rodeados de basura, mugre y abandono.

“Los montevideanos están podridos de vivir entre la mugre”, sentenció el senador, quien puso el foco en la inoperancia crónica de la Intendencia frenteamplista y en la falta de soluciones reales para los problemas cotidianos de la gente. Mientras los candidatos del FA lanzan promesas recicladas y spots publicitarios, las veredas siguen rotas, los contenedores desbordados y los barrios olvidados.

El cruze con un candidato del FA

En el centro del cruce estuvo Salvador Schelotto, uno de los nombres que el Frente Amplio maneja como posible candidato. Schelotto intentó responder con tecnicismos y diagnósticos, pero Da Silva lo dejó sin aire: “Tienen 35 años de gobierno y lo único que logran es más suciedad y menos respuestas. ¿Qué van a prometer ahora, que esta vez sí limpian?”.

Y para rematar, Da Silva no perdió la oportunidad de lanzar una ironía filosa: “El FA va tan bien en las encuestas que tienen que mandar a Schelotto a limpiar Montevideo. Capaz que así levanta algún punto”, soltó con sarcasmo, generando risas entre sus seguidores y dejando aún más expuesta la debilidad moral del frenteamplismo.

Da Silva viene construyendo una narrativa potente, conectando con la bronca del ciudadano común que ya no compra el discurso de siempre. Su apuesta es clara: mostrar que el Partido Nacional tiene una alternativa real para Montevideo, y que no está dispuesto a dejar pasar la campaña sin señalar las vergüenzas acumuladas de la gestión frenteamplista.

El enfrentamiento dejó al descubierto no solo la debilidad de los argumentos del FA, sino también la desconexión que sus candidatos tienen con la vida real de los barrios. Montevideo no necesita más diagnósticos, necesita que alguien se ponga los guantes y trabaje en serio. Y Da Silva, con su estilo confrontativo, logró poner eso sobre la mesa.