SALLAZO

Salle solo contra todos: le cierran la investigadora

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En una jugada que sorprendió a muchos pero confirma lo que otros vienen denunciando hace tiempo, el Partido Nacional y el Frente Amplio se alinearon para rechazar la comisión investigadora propuesta por Gustavo Salle sobre la gestión de la pandemia de COVID-19. Sí, los mismos que supuestamente están en veredas opuestas se dieron la mano para blindar al poder político, médico y mediático.

¿Qué pedía Salle?

El abogado y exprecandidato presidencial denunció presuntas irregularidades, manipulaciones y ocultamientos durante la emergencia sanitaria. Habló de contratos millonarios, compras sin control, y un relato único impuesto a fuerza de censura y miedo. Salle llamó a esto “plandemia” y exigía que el Parlamento investigara a fondo lo ocurrido en esos años.

La alianza inesperada… ¿o no tanto?

Pero blancos y frenteamplistas dijeron que no. El Partido Nacional calificó la denuncia como “inconsistente”. El Frente Amplio, más cuidadoso en las formas, dijo que era “cuestionable” y que no había elementos nuevos para justificar una comisión. En resumen: a nadie le convenía que se abriera esa caja de Pandora.

El rechazo fue contundente. La comisión de Salud Pública de Diputados votó en contra de iniciar cualquier tipo de indagatoria. Ni siquiera se abrió un espacio para debatir si había algo que revisar. Todo quedó enterrado con la excusa de que “ya se discutió mucho” y “no hay pruebas suficientes”.

Silencio, impunidad y doble discurso

Este cierre exprés demuestra que hay temas que el sistema político no quiere tocar. Y si lo hace alguien como Salle, que no responde a ningún partido y no tiene miedo de decir lo que piensa, peor todavía. Lo censuran sin disimulo.

Lo más llamativo es que quienes hoy critican a Salle por usar la palabra “plandemia”, no tuvieron problemas en el pasado en repetir discursos oficiales sin cuestionar nada. ¿Dónde estaba el espíritu crítico cuando se impusieron vacunas bajo presión, se cerraron escuelas y se gobernó por decreto?

¿Qué se quiere ocultar?

En la denuncia de Salle había puntos que, al menos, merecían ser revisados: compras de insumos médicos sin licitaciones claras, vínculos entre laboratorios y funcionarios, contratos con farmacéuticas internacionales y una narrativa única difundida por medios alineados. ¿Eso no amerita ni una simple investigación? ¿De verdad el Parlamento no tiene nada que revisar?

Una vez más, se protege el relato oficial

La actitud de los partidos tradicionales demuestra que hay acuerdos tácitos más fuertes que sus diferencias ideológicas. Cuando se trata de cuidar al sistema, se olvidan de sus supuestos enfrentamientos. Y eso debería preocupar a todos.

Lo que queda claro es que la verdad sobre la pandemia sigue siendo intocable en Uruguay. Y quienes se animan a cuestionarla son silenciados, ridiculizados o directamente ignorados.

Mientras tanto, los uruguayos comunes, que vivieron las consecuencias reales del encierro, la pérdida de empleos y las decisiones unilaterales, siguen esperando explicaciones. Pero parece que la casta política no está dispuesta a darlas.