Valeria Ripoll salió con los tapones de punta contra el periodista Eduardo Preve tras sus comentarios sobre las elecciones en Adeom. El cruce, que se dio en redes sociales, dejó expuesta la tensión política y sindical que rodea al gremio municipal, y evidenció cómo el Frente Amplio sigue metiendo la cuchara en los espacios de organización popular para hacer campaña disfrazada.
La chispa: una lectura política disfrazada de periodismo
Todo comenzó con una publicación de Preve, donde destacaba que la lista 27 (relacionada con Ripoll) fue la menos votada en las elecciones del sindicato de funcionarios municipales, con apenas 170 votos. En contraste, la lista 105, compuesta por exaliados de Ripoll, habría cosechado 650 sufragios. Según el periodista, eso “habla” de la caída del respaldo a Ripoll.
La respuesta de la exsindicalista no tardó en llegar. “Yo no soy parte de Adeom, me expulsaron con mis compañeros. Si igual logran que la lista 27 saque 170 votos y entre al Ejecutivo, eso demuestra lo contrario”, disparó. Y añadió con dureza: “Los que perdieron son Adeom y los municipales”.

Ripoll no se calla: “Llegaron por el FA”
La crítica no fue sólo a Preve, sino también al rol del Frente Amplio en la interna sindical. Ripoll afirmó que muchos de los que hoy conducen el gremio llegaron con respaldo del FA, dejando entrever que el partido de Yamandú Orsi sigue metiendo militantes disfrazados de dirigentes sindicales.
Esta denuncia no es menor. Revela cómo el FA sigue utilizando los sindicatos como trinchera política, aprovechándose de la estructura para operar hacia dentro y hacia fuera. Ripoll, conociendo el paño desde adentro, expuso una práctica que desde la derecha venimos denunciando hace años.
Adeom: de sindicato a comité de base
El gremio de los municipales de Montevideo pasó de ser un sindicato con peso real a convertirse en una máquina electoral al servicio del progresismo. Las elecciones recientes lo confirman: todo está teñido de lógica partidaria. No se discuten condiciones laborales ni mejoras para los trabajadores. Se reparten cargos, se alinean bloques y se bajan órdenes desde la calle Colonia.
En ese contexto, cualquier voz crítica o independiente es rápidamente neutralizada o expulsada, como le ocurrió a Ripoll. Pero la gente no es tonta. Que una lista “borrada” del sistema haya logrado meter un representante muestra que hay otra base que empieza a cansarse del monopolio ideológico en los sindicatos.
Periodismo militante: cuando informar es operar
El episodio también sirvió para dejar en evidencia el rol que cumplen algunos comunicadores en este esquema. Preve, lejos de limitarse a informar sobre los resultados, emitió un comentario político disfrazado de análisis. Ripoll lo marcó con claridad, y con razón.
Esto reabre el debate sobre los medios y su rol: ¿están para contar la verdad o para instalar relatos que favorecen a ciertos sectores? La actitud de Preve confirma lo segundo. Mientras tanto, quienes realmente conocen el paño siguen siendo desplazados por no comulgar con la doctrina oficial.