En un nuevo intento por justificar su incapacidad de gestionar las finanzas públicas, el economista Gabriel Oddone, asesor del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), presentó un paquete de propuestas que no hace más que cargar al ciudadano común con más obligaciones fiscales. Entre las iniciativas más polémicas destacan un IVA personalizado que promete equidad pero huele a mayor control estatal, y una regla fiscal que limita el gasto pero no elimina el despilfarro de la burocracia.
El IVA personalizado: un disfraz para más impuestos
Oddone presentó el concepto de IVA personalizado como una medida innovadora, asegurando que reduciría la carga fiscal de los sectores vulnerables. Sin embargo, este enfoque parece más un pretexto para aumentar la intervención del Estado en la vida de los uruguayos. ¿Cómo pretende este gobierno, liderado por Yamandú Orsi y sus aliados, implementar una reforma tan técnica sin que termine perjudicando a las pequeñas empresas y a la clase media?
Detrás del discurso de “equidad fiscal” se esconde un esquema que incrementará la complejidad administrativa, dejando a los contribuyentes enredados en un sistema diseñado más para recaudar que para beneficiar a la población.
Regla fiscal: límites que evitan las soluciones reales
Otro punto presentado por Oddone es la aplicación de una regla fiscal. Aunque suena a medida responsable, en realidad solo limita la capacidad del Estado para responder a crisis, sin atacar los verdaderos problemas: el gasto innecesario, el clientelismo y las malas políticas públicas. ¿De qué sirve una regla fiscal si no se eliminan los privilegios y prebendas que tanto caracterizan a esta administración?
El verdadero objetivo de esta medida parece ser calmar a los mercados internacionales mientras se mantienen intactas las prácticas que llevaron al país a esta situación económica.
Críticas y un gobierno fuera de foco
Las propuestas de Oddone han generado escepticismo entre economistas y ciudadanos que reconocen la ineficiencia del gobierno de Orsi. Implementar un IVA personalizado y una regla fiscal sin abordar el despilfarro y las malas gestiones es como tratar una herida grave con una curita.
En lugar de ofrecer soluciones reales, el gobierno continúa vendiendo humo con reformas que solo complicarán más la vida de los uruguayos. El contribuyente necesita menos impuestos y más oportunidades, algo que este gobierno parece incapaz de comprender.
