En medio de una crisis financiera que arrastra hace años, la Intendencia de Montevideo decidió abrir un llamado para contratar nuevos gerentes en el Casino Parque Hotel, generando una fuerte polémica en el ámbito político y social. El casino, gestionado por la comuna capitalina, viene acumulando pérdidas millonarias, y ahora se pretende incorporar dos gerentes más, en cargos bien pagos, para una estructura que ya está al borde del colapso.
Berretín progresista con plata ajena
El ministro Martín Lema fue uno de los primeros en salir al cruce de esta insólita decisión, calificándola de “berretín” y cuestionando duramente las prioridades del Frente Amplio. Según Lema, “mientras la IMM se niega a rendir cuentas claras sobre el casino y sus pérdidas, abre llamados para contratar más gerentes en una estructura deficitaria”. No se trata de puestos técnicos urgentes ni estratégicos, sino de cargos de confianza con sueldos elevados, presupuestados por mera conveniencia política.

La respuesta de la IMM
Como era de esperarse, la Intendencia salió a justificar el llamado alegando que los cargos ya estaban presupuestados desde antes y que forman parte de una reestructura que busca profesionalizar la gestión del casino. Sin embargo, esa excusa no convence ni a los propios frenteamplistas. Muchos señalan que si el casino da pérdidas, lo lógico sería ajustarse el cinturón, no crear más cargos de alto perfil.
La IMM se ampara en que estos llamados surgen de un concurso aprobado por la Junta Departamental en 2016. Pero nadie puede negar que el contexto económico y la situación del casino cambiaron radicalmente desde entonces. La insistencia en mantener esta convocatoria, incluso ahora, demuestra un total desprecio por el dinero de los montevideanos.
Un casino fundido, pero con más gerentes
El Casino Parque Hotel ha sido, históricamente, un pozo sin fondo. Según informes de la propia Intendencia, la estructura operativa del casino cuesta más de lo que recauda. Y no solo eso: en los últimos años se han acumulado pérdidas por decenas de millones de pesos. Aun así, el Frente Amplio se niega a plantear alternativas serias, como una auditoría externa o, directamente, la cesión de la gestión al sector privado.
Mientras la IMM insiste en esta lógica de despilfarro, los montevideanos enfrentan calles destruidas, un sistema de limpieza deficiente y aumentos constantes en tributos. Pero eso sí: siempre hay lugar para crear un nuevo cargo de gerente.
¿Quién se beneficia?
La gran pregunta que queda flotando es: ¿quiénes ocuparán esos cargos? Todo apunta a que serán nombres afines al oficialismo, con vínculos políticos o sindicales. Una forma más de repartir cargos entre los de siempre, disfrazada de gestión profesional.
Esta situación es apenas una muestra del modelo de administración que propone la izquierda: más burocracia, más gasto, cero eficiencia. Y con la plata de todos, por supuesto.