La reciente designación de Carlos Negro como nuevo Ministro del Interior ha desatado una fuerte polémica, con críticas que apuntan al daño que esta decisión podría causar a la credibilidad de la Fiscalía. El cientista político Daniel Chasquetti fue uno de los más contundentes al advertir que la incorporación de Negro a este cargo es un golpe directo a la institución.
En declaraciones recientes, Chasquetti destacó que este nombramiento “le hace mucho daño a la Fiscalía” y que podría afectar la percepción de independencia y transparencia del organismo. La figura de Carlos Negro no ha estado exenta de controversias en el pasado, y su llegada al Ministerio ha sido interpretada por algunos sectores como un movimiento que responde más a intereses políticos que a criterios de mérito y capacidad profesional.
La Fiscalía, una institución clave en el funcionamiento del sistema judicial, ya ha enfrentado situaciones complicadas que han puesto en duda su imparcialidad. Ahora, con la designación de Negro, esas dudas parecen haberse intensificado. Según Chasquetti, este tipo de decisiones no solo afectan la imagen pública de la Fiscalía, sino que también erosionan la confianza de la ciudadanía en la justicia y sus organismos.
Chasquetti no es el único que ha encendido las alarmas. Otros actores políticos y jurídicos también han manifestado su preocupación, señalando que esta designación refuerza la percepción de que ciertos nombramientos responden a acuerdos políticos antes que a la necesidad de fortalecer las instituciones democráticas.