El futuro ministro del Interior, Carlos Negro, ha desatado una ola de críticas tras declarar que “la guerra contra el narcotráfico está perdida”. Estas palabras han sido interpretadas por muchos como una rendición inaceptable ante el crimen organizado, generando indignación en distintos sectores políticos y de la sociedad.
Reacciones contundentes
El actual ministro del Interior, Nicolás Martinelli, fue uno de los primeros en responder con firmeza. “No podemos entrar a la cancha diciendo que el partido está perdido”, escribió en redes sociales, dejando en claro su desacuerdo con la postura de Negro. Martinelli defendió la necesidad de una lucha activa contra el narcotráfico, señalando que bajar los brazos solo fortalecerá a los criminales.
Por su parte, el senador Sebastián Da Silva también se manifestó contra las declaraciones de Negro. “La doctrina de izquierda: negociar con los narcos y esperar que se porten bien”, criticó, en referencia a la visión permisiva que algunos sectores políticos han promovido.
Una estrategia cuestionable
Negro intentó matizar sus palabras, asegurando que su enfoque busca reducir la violencia mediante “una intervención inteligente”. Sin embargo, esta postura no convenció a sus detractores, quienes ven en ella un peligroso intento de normalizar la presencia del narcotráfico en Uruguay.
La seguridad en el país no puede depender de discursos derrotistas ni de estrategias tímidas. La firmeza y la determinación son clave para enfrentar el problema, y la población espera respuestas contundentes de quienes están al mando.
