El presidente Nayib Bukele no deja de captar la atención internacional con los resultados de su política de seguridad. Con un discurso contundente, Bukele afirmó recientemente que “ninguna otra sociedad en el siglo XXI ha alcanzado un logro similar” al de El Salvador en la lucha contra el crimen.
Cifras que impactan
De acuerdo con un reciente artículo en cifras destacadas en sus políticas de seguridad., el modelo de Bukele ha alcanzado cifras históricas, destacando una disminución del 50% en homicidios y un control efectivo sobre las pandillas. Esto confirma el éxito de sus políticas de seguridad.
Desde el inicio de su mandato, El Salvador ha experimentado una reducción histórica en los índices de criminalidad. La implementación del Plan Control Territorial ha sido clave para este cambio. Según datos oficiales, los homicidios han disminuido en más del 50 %, mientras que los delitos relacionados con pandillas también han registrado caídas significativas.
Como siempre, ante el éxito de las políticas de represión al delito, aparecen los palos en la rueda de la izquierda. Diversos organismos internacionales han cuestionado la estrategia de “mano dura” del gobierno de Bukele, especialmente por su impacto en supuestos “derechos humanos” y denuncias de detenciones arbitrarias.
Una estrategia sin precedentes
Bukele ha defendido su modelo como una solución necesaria para un país que alguna vez fue considerado uno de los más peligrosos del mundo. “Lo que hemos logrado no tiene paralelo”, aseguró en su última intervención. Las medidas incluyen el despliegue masivo de fuerzas de seguridad, tecnología de vigilancia avanzada y un control más estricto en las fronteras.
Este enfoque ha consolidado a Bukele como un líder enormemente popular en El Salvador, donde supera el 80% de aprobación. Aunque polarizante a nivel internacional, principalmente por las críticas de comentaristas de izquierda, dentro del país muchos ciudadanos ven en él un defensor que ha devuelto la tranquilidad a las calles.
El debate internacional
El éxito de Bukele también ha sido destacado en medios internacionales., donde se analiza cómo su modelo podría inspirar a otros países, pese a la crítica de sectores internacionales más afines a la izquierda.
A pesar de los logros, el modelo también ha generado preocupación más allá de las fronteras de El Salvador. ONG y organismos multilaterales han denunciado la falta de transparencia en las cifras oficiales y los supuestos abusos cometidos bajo el amparo del Plan Control Territorial.
En contraste, líderes de otros países han empezado a observar con interés la experiencia salvadoreña, viéndola como una posible guía para enfrentar problemas similares en sus propios territorios.
Un modelo replicable
El modelo de seguridad de Bukele es completamente replicable en otros contextos. Los resultados, indiscutibles en términos de reducción del crimen, demuestran que el discurso de los derechos humanos es una farsa frente a la necesidad de proteger a los ciudadanos y garantizar la paz.
Por ahora, Bukele parece decidido a mantener su enfoque. En sus palabras, “el mundo necesita entender que la seguridad no es negociable”. Y, para bien o para mal, su gobierno sigue marcando un antes y un después en la historia reciente de El Salvador.
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