La crisis de la recolección de basura en Montevideo ha alcanzado niveles alarmantes, con contenedores desbordados en varias zonas de la ciudad. Mientras los vecinos denuncian la falta de soluciones y el deterioro de la calidad de vida, la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM) y el sindicato de trabajadores Adeom se culpan mutuamente por la situación.
La IMM ha señalado a Adeom como el principal responsable de la crisis, argumentando que la falta de cumplimiento en los turnos de recolección y las medidas de fuerza adoptadas por el sindicato han complicado gravemente el panorama. Por su parte, Adeom sostiene que la IMM no ha proporcionado los recursos necesarios ni ha atendido las demandas de los trabajadores, lo que ha generado un ambiente laboral insostenible.
Esta situación no es nueva en la capital, donde los conflictos entre la IMM y Adeom han sido una constante durante las últimas administraciones del Frente Amplio. A pesar de las reiteradas promesas de mejorar la gestión de residuos, los montevideanos siguen enfrentando problemas recurrentes de acumulación de basura, con las consecuentes repercusiones en la salud pública y la imagen de la ciudad.
Es importante destacar que esta crisis refleja no solo una falla de gestión, sino también la incapacidad de la IMM para establecer un modelo de gobernanza eficiente y sostenible. Las peleas entre la administración y el sindicato se han convertido en una excusa recurrente, mientras los ciudadanos pagan el precio de un sistema ineficaz que no ha sabido adaptarse a las necesidades de una capital en constante crecimiento.
