PRENDIDO FUEGO

Macabro hallazgo en Malvín Norte: cuerpo calcinado con tres balazos

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El jueves 17 de abril, un nuevo hecho de violencia extrema sacudió a Montevideo. Un cuerpo calcinado fue hallado junto a una cañada en Malvín Norte, en un entorno rodeado de maleza y residuos. El macabro hallazgo se produjo en una zona cada vez más golpeada por la inseguridad, donde el Estado parece haber perdido el control por completo.

Según informaron fuentes policiales, el cuerpo presentaba múltiples disparos y estaba completamente quemado. Se encontraron al menos tres orificios de bala, lo que confirma que la víctima fue ejecutada antes de ser incinerada. También se halló un arma de fuego junto al cadáver, lo que ahora forma parte de la investigación a cargo de la fiscalía de homicidios.

Las autoridades fueron alertadas por un vecino que, al acercarse al lugar por el fuerte olor a quemado, descubrió restos humanos y llamó al 911. El lugar es una cañada ubicada cerca de las calles Mataojo y Enrique Castro, un sector donde el abandono y la falta de presencia policial han hecho del crimen una presencia constante.

Un nuevo código del miedo

Vecinos de la zona, consultados de manera informal, aseguran que hace semanas vienen sintiendo que “algo raro pasa”. El movimiento nocturno, los autos que se detienen por minutos y luego desaparecen, y el silencio que reina en ciertas madrugadas son parte del nuevo paisaje cotidiano. En ese clima de miedo e incertidumbre, este asesinato no hace más que confirmar lo que ya intuían: la violencia se ha instalado de forma permanente.

La zona de Malvín Norte, como muchas otras en la periferia de Montevideo, está marcada por el abandono estatal. Iluminación deficiente, basurales crónicos, presencia policial intermitente y una clara ausencia de políticas de contención. La izquierda gobernante ha prometido durante décadas un Montevideo más seguro e inclusivo, pero los hechos muestran una realidad opuesta.

El crimen organizado se adueña de los barrios

No es la primera vez que se encuentra un cuerpo calcinado en condiciones similares. En lo que va del año ya son varios los casos con un modus operandi que apunta a ajustes de cuentas o venganzas entre bandas. El narcotráfico y el crimen organizado están ganando terreno, mientras las autoridades parecen llegar siempre tarde.

Montevideo está cambiando de cara. Ya no se trata solo de delitos comunes, sino de una violencia que se expresa con una ferocidad inusitada. El mensaje es claro: la vida no vale nada, y quien se interpone en el camino del crimen, desaparece.

Una fiscalía desbordada y sin recursos

Desde la fiscalía se informó que ya se está trabajando para identificar a la víctima, pero todo indica que se trataría de un hombre jóven, aunque aún no se ha podido confirmar su identidad debido al estado del cuerpo. Este es otro punto crítico: los fiscales no dan abasto, y la falta de recursos en investigación criminal deja muchas veces estos crímenes impunes.

El Ministerio del Interior no ha dado declaraciones oficiales hasta el momento, mientras el silencio institucional sigue marcando una preocupante tendencia frente a este tipo de hechos.

Una ciudad sin rumbo

Este crimen vuelve a dejar al descubierto la preocupante inseguridad que atraviesa Montevideo. Malvín Norte no es un caso aislado. Es el reflejo de una capital que ha sido abandonada a su suerte, donde el desgobierno y la falta de rumbo permiten que la violencia siga escalando.

Mientras tanto, los montevideanos conviven con el miedo y la resignación. Los vecinos ya no piden promesas, piden resultados. Y cada cuerpo que aparece en estas condiciones es una señal de alarma que el gobierno municipal y nacional parece no querer escuchar.