ESCÁNDALO TOTAL

La ministra con casa trucha y respaldo VIP

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La ministra de Vivienda, Cecilia Cairo, admitió en los últimos días que su casa no está regularizada ante Catastro, que durante 20 años no pagó el impuesto de primaria y que tiene construcciones sin declarar. Todo esto mientras encabeza el organismo responsable de regular el acceso a la vivienda y promover la formalidad del hábitat.

La hipocresía al poder

Según informó la propia ministra, su predio en el balneario San Luis, donde vive, tiene construcciones no declaradas. Durante dos décadas, Cairo abonó solo 89 pesos del impuesto de primaria. Su justificación: “En su momento no fue prioridad”. A pesar de ello, no piensa renunciar.

Dijo que habló con Yamandú Orsi, precandidato del Frente Amplio, y que él respalda su decisión de mantenerse en el cargo. Desde Presidencia tampoco hay intención de pedir su renuncia. Cairo declaró: “No cometí ningún delito” y prometió iniciar ahora, con 20 años de atraso, el proceso de regularización.

La izquierda encubre

Desde el Frente Amplio salieron en bloque a blindar a la ministra. La defensa más patética llegó del presidente del FA, Fernando Pereira, quien afirmó que no debería renunciar porque “hay un millón de uruguayos morosos”. Otro argumento fue que Cairo “no nació en cuna de oro”. Parece que ahora la pobreza justifica incumplir la ley.

La narrativa es clara: si es del FA, se perdona. Si fuera de otro partido, ya estarían pidiendo la cabeza. La ministra, que debería ser ejemplo de formalidad, terminó siendo el mejor ejemplo de cómo los discursos progresistas se evaporan cuando el problema está dentro de casa.

Manini, la ayuda inesperada

Lo más insólito fue el respaldo que llegó desde la oposición. Guido Manini Ríos, líder de Cabildo Abierto, sorprendió a todos al decir que no juzgará a la Ministra por estos hechos, sino por las soluciones habitacionales que entregue.

Este apoyo no es inocente. Durante el gobierno anterior, su esposa, la exministra de Vivienda Irene Moreira, también estuvo envuelta en polémicas de adjudicación directa de viviendas a militantes. Parece que el silencio mutuo es el precio de los secretos compartidos. Hoy por ti, mañana por mí.

La oposición de verdad: Bianchi y los blancos

Quien sí mantuvo firmeza fue Graciela Bianchi, senadora del Partido Nacional, que calificó de “tremenda tomadura de pelo” la permanencia de Cairo en el cargo. Bianchi anunció que, si no hay renuncia, impulsará su interpelación.

Otros dirigentes blancos también se sumaron al pedido de que la ministra dé explicaciones ante el Parlamento. El problema ya no es solo legal, sino moral y político. El mensaje que se da a la población es nefasto: se puede predicar la ley desde el Ministerio mientras se incumple en lo privado.

La ministra que debería garantizar viviendas regulares vive en una irregular. Y nadie parece escandalizarse. Ni Orsi, ni el FA, ni siquiera Manini. Solo unos pocos levantan la voz mientras la casta se protege entre sí.