El exintendente de Soriano, Guillermo Besozzi, ha sido imputado por siete delitos de corrupción pública, incluyendo peculado, tráfico de influencias y abuso de funciones. Tras la imputación, Besozzi declaró sentirse como un “preso político”, asegurando que la Fiscalía ha actuado con sesgo y motivaciones ajenas a la justicia.
Un discurso de resistencia
Durante una conferencia de prensa en Mercedes, Besozzi cuestionó la independencia del Ministerio Público y sostuvo que su procesamiento responde a una maniobra política. “Hoy me toca a mí, pero esto le puede pasar a cualquiera. Hay una persecución”, afirmó el dirigente blanco, visiblemente indignado.
Sus declaraciones encontraron eco inmediato en el Partido Nacional, donde varios dirigentes salieron a respaldarlo y a cuestionar el accionar de la Fiscalía, que consideran parcial y politizada.
El doble rasero de la justicia
La indignación de los blancos ante el caso Besozzi contrasta con su silencio cuando otros uruguayos han denunciado persecución política. En Domingo Arena y Coraceros hay prisioneros políticos que han sido relegados al olvido sin que muchos de los que hoy levantan la voz hayan mostrado interés alguno por la justicia imparcial.
Ahora que la Fiscalía, con los mismos fiscales que violaron la ley para llevar a los militares a prisión, apunta contra un dirigente nacionalista, el Partido Nacional reacciona con dureza. Esto demuestra que la preocupación por el estado de derecho parece depender de quién sea la víctima del sistema.
El Partido Nacional cierra filas
Dirigentes como el senador Jorge Gandini y el diputado Juan Martín Rodríguez manifestaron su sorpresa y molestia por la rapidez y severidad con la que se actuó contra Besozzi. Gandini sostuvo que la Fiscalía ha demostrado “un ensañamiento innecesario”, mientras que Rodríguez fue más allá y acusó directamente a la fiscal Stella Alciaturi de actuar con “criterios políticos”.
El intendente de Maldonado, Enrique Antía, también respaldó a Besozzi, señalando que es una persona honesta y que “se está instalando una justicia selectiva”. Estas declaraciones reflejan un fuerte malestar dentro del Partido Nacional, que ve en este proceso judicial una muestra más de la doble vara con la que actúa el sistema judicial.
El papel de Jorge Díaz y la Fiscalía
Varios dirigentes han apuntado sus críticas contra el exfiscal de Corte, Jorge Díaz, a quien acusan de haber dejado un Ministerio Público completamente politizado y funcional a determinados intereses. La Fiscalía, que durante años ignoró denuncias sobre irregularidades en gestiones del Frente Amplio, ahora parece haber encontrado un nuevo enemigo en los intendentes blancos.
Ahora muestran indignación, pero Jorge Díaz se mantuvo como fiscal de Corte el tiempo que quiso durante el gobierno de la coalición republicana, sin que los dirigentes del Partido Nacional hicieran nada al respecto.
Esperamos que ahora, con una mayor sensibilidad sobre el tema, se emprenda una ofensiva real contra la partidización de la justicia.