La primera gran decisión política del gobierno de Yamandú Orsi ha generado un fuerte rechazo dentro y fuera del país. Su canciller, Mario Lubetkin, anunció que Uruguay deja de reconocer a Edmundo González Urrutia como presidente de Venezuela, una medida que en los hechos allana el camino para la legitimación de Nicolás Maduro y su régimen. La coalición opositora ya analiza interpelar a Lubetkin en el Parlamento.
Un primer paso en dirección al chavismo
El nuevo gobierno uruguayo, con Orsi a la cabeza, no tardó en dar señales claras de hacia dónde apunta en política internacional. La decisión de desconocer a González Urrutia, quien fue designado por la Asamblea Nacional legítima de Venezuela, significa un espaldarazo a Maduro y deja a Uruguay en la misma línea de países que han legitimado al dictador venezolano.
Rechazo y críticas desde la oposición
Tanto el Partido Nacional como el Partido Colorado manifestaron su “preocupación y rechazo” ante este giro diplomático. Referentes de la coalición consideran la postura de Lubetkin como un “grave retroceso” en la política exterior del país, que hasta ahora se había mantenido firme en la defensa de la democracia en Venezuela.

Posible interpelación en el Parlamento
Ante la gravedad del asunto, legisladores de la coalición analizan citar al canciller Lubetkin al Parlamento para que explique las razones detrás de esta decisión. La oposición busca esclarecer si esta medida fue una orden directa de Orsi o si se trata de una estrategia de alineación con el socialismo del siglo XXI.
Un mensaje preocupante para la región
El cambio de postura de Uruguay en relación con Venezuela no solo genera incertidumbre en el plano local, sino que también envía un mensaje a la comunidad internacional sobre el rumbo que podría tomar la nueva administración. ¿Se repetirá este tipo de decisiones en otros temas sensibles?