La asunción de Yamandú Orsi como presidente no solo fue un hito político para el Frente Amplio, sino también una señal preocupante sobre el rumbo que podría tomar Uruguay. Un grupo de militantes peronistas llegó desde Argentina para festejar la victoria de Orsi, coreando consignas contra la derecha y dejando en evidencia el estrecho vínculo del nuevo mandatario con el kirchnerismo, el modelo de corrupción y decadencia que ha hundido al país vecino.
“Que la derecha no vuelve más” Los seguidores peronistas, provenientes de distintas agrupaciones ligadas al kirchnerismo, se hicieron presentes en la asunción de Orsi con cánticos y arengas típicas del movimiento. “Hay que saltar, hay que saltar, que la derecha no vuelve más”, gritaron los militantes, demostrando que ven en Orsi a un aliado ideológico de su causa.
La presencia de estos grupos refuerza la preocupación sobre el modelo que pretende seguir el Frente Amplio. Si el kirchnerismo arruinó Argentina con su populismo, inflación descontrolada y corrupción endémica, ¿qué podría significar para Uruguay un presidente que recibe el respaldo de ese mismo espacio político?

Orsi, el kirchnerismo y la “hermandad progresista” No es sorpresa que Orsi reciba el apoyo del peronismo. Su cercanía con el kirchnerismo viene de tiempo atrás, con varios guiños políticos a figuras como Cristina Fernández de Kirchner y el rechazo a las políticas liberales impulsadas por el presidente argentino Javier Milei.
En los últimos años, el Frente Amplio ha intentado imponer una “hermandad progresista” con Argentina, defendiendo modelos intervencionistas que han demostrado su fracaso. Mientras Uruguay lograba estabilidad económica y crecimiento con la administración de Lacalle Pou, Argentina se hundía en crisis tras crisis bajo la gestión kirchnerista. Ahora, con Orsi en el poder, el peligro de imitar esas recetas aumenta.
El riesgo de la influencia peronista La historia reciente muestra que el populismo peronista solo deja destrucción a su paso. Un país rico en recursos naturales, con potencial para ser una potencia, se convirtió en un modelo de crisis perpetua. La inflación, la corrupción y el estatismo han sido las marcas del kirchnerismo. ¿Es esto lo que quiere Orsi para Uruguay?
Uruguay ha sido reconocido por su institucionalidad y estabilidad, pero la llegada de un Frente Amplio con fuertes vínculos con el peronismo podría poner en jaque ese equilibrio. Con militantes kirchneristas celebrando en Montevideo, queda claro que la izquierda regional ve en Orsi una continuidad de sus fracasos.