Cabildo Abierto ha quedado en evidencia tras el fracaso en su intento de recolección de firmas para impulsar su reforma sobre la usura. La Corte Electoral procesó los datos y reveló que un alto porcentaje de las firmas presentadas fueron rechazadas, generando un duro revés para el partido liderado por Guido Manini Ríos.
Las cifras que no cierran
Desde el inicio de la campaña, Cabildo Abierto aseguró que la recolección de firmas avanzaba exitosamente. Sin embargo, los números oficiales de la Corte Electoral contradicen esa narrativa. De las firmas entregadas, una parte significativa fue desestimada por irregularidades, lo que deja en entredicho la veracidad del proceso y la transparencia del partido.
Este episodio pone en jaque la estrategia política de Cabildo Abierto y su capacidad de movilización. Mientras sus dirigentes intentaban transmitir confianza sobre la cantidad de adhesiones obtenidas, la realidad mostró que el respaldo popular no era el que proclamaban.

¿Error de cálculo o engaño deliberado?
El rechazo masivo de firmas plantea serias dudas sobre cómo se llevó adelante la campaña. La falta de un control efectivo y la validación de cada adhesión reflejan una gestión desprolija y un discurso poco honesto ante la ciudadanía. El resultado deja una imagen deteriorada de un partido que ha intentado posicionarse como una alternativa firme dentro del espectro político.
La revelación de estos datos también genera cuestionamientos internos. ¿Sabían los dirigentes de Cabildo Abierto que las firmas no eran suficientes? ¿O realmente confiaban en una campaña que, a todas luces, tenía problemas estructurales? Estas preguntas quedan abiertas mientras el partido intenta reacomodar su estrategia tras el fiasco.
Consecuencias políticas
Este traspié no solo golpea la credibilidad de Cabildo Abierto, sino que también expone su fragilidad como fuerza política. Con un electorado que esperaba un mayor nivel de eficacia, el fracaso de esta recolección de firmas podría repercutir en su desempeño electoral futuro.
Los demás partidos no tardaron en reaccionar. Desde la oposición y sectores del oficialismo se han señalado las falencias del proceso, sumando este episodio a la lista de desaciertos que ha acumulado Cabildo Abierto en los últimos meses. En un contexto donde la confianza en los políticos está en niveles bajos, este tipo de episodios solo profundiza el escepticismo de la población.