PELEA

Cruce entre Caggiani y jerarca del Mides por informe de pobreza

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Un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) ha desatado una intensa polémica entre el senador del Frente Amplio (FA), Daniel Caggiani, y el director de Transferencias y Análisis de Datos del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Antonio Manzi. El informe revela que el 18,9% de los uruguayos son considerados pobres según el método de pobreza multidimensional, lo que ha generado un cruce de declaraciones entre ambos funcionarios.

El origen de la controversia

Daniel Caggiani, legislador del Movimiento de Participación Popular (MPP), utilizó sus redes sociales para expresar su preocupación ante las cifras presentadas. Señaló que “uno de cada cinco uruguayos hoy es pobre; ese es un punto de partida muy duro”. Además, criticó el manejo del tema por parte del gobierno saliente, indicando que “no hay espacio para relatos falaces”.

Por su parte, Antonio Manzi respondió en duros términos, pidiendo “un poquitito de honestidad” a la oposición. Manzi defendió la gestión del Mides, asegurando que las cifras deben analizarse en contexto y que el gobierno ha trabajado en la reducción de la pobreza. Sin embargo, esta respuesta no ha logrado aplacar las críticas, ya que incluso desde el oficialismo han cuestionado la falta de cambios estructurales en el ministerio.

La continuidad de las políticas del FA

Uno de los puntos clave de esta controversia es que el gobierno saliente no introdujo grandes cambios en el Mides, sino que optó por continuar las políticas implementadas por las administraciones del Frente Amplio. Esta falta de un enfoque propio ha sido una de las razones por las cuales el gobierno perdió credibilidad entre sus votantes y, eventualmente, la elección.

Desde sectores más críticos dentro de la coalición de gobierno, se ha señalado que el mantenimiento de los programas heredados del FA fue un error estratégico. En lugar de generar reformas profundas, el Mides operó bajo una lógica continuista que no logró diferenciarlo de sus predecesores. Esta situación ha generado descontento tanto en la derecha como en la izquierda, con el FA atacando la falta de eficacia de un gobierno que, en la práctica, no rompió con su legado en materia social.